Aproximación multifuncional a la seguridad alimentaria: modelos de ecuaciones estructurales con diferentes niveles para el contexto Mexicano
El concepto de seguridad alimentaria ha evolucionado con el tiempo y ahora no solo se concentra en su definición, sino en el análisis de cuatro dimensiones asociadas a este constructo teórico: la disponibilidad, estabilidad, utilización y accesibilidad del alimento. Los indicadores para evaluar a la seguridad alimentaria se ajustan a los diferentes niveles de análisis, sin embargo, tener seguridad alimentaria basada en la disponibilidad no necesariamente significa que lo sea en términos de accesibilidad. Esta es la razón por la cual un país que considera tener un alto índice de seguridad alimentaria, también tiene poblaciones en extrema inseguridad alimentaria, particularmente en territorio rurales y periurbanos. A pesar de que la inseguridad alimentaria es un problema que afecta a todos los países, es más común y compleja en países de ingresos pobres o medios, y particularmente lo es en aquellos en proceso de urbanización.
México es un país con una política fragmentada en seguridad alimentaria, y no se ha logrado un progreso para relacionar programas del sector rural, que es donde se produce el alimento, con los consumidores, que son quienes eligen y consumen el alimento. El 59% de los hogares en México viven con algún grado de inseguridad alimentaria, de los cuáles el 20.6% está en grado de inseguridad alimentaria severa. En contraste, México representa un escenario desigual porque ofrece una sobredosis de 3, 140 kcal per cápita, ósea una sobredosis de caloría diaria en comparación con lo recomendado, y esto ha generado problemas de mala nutrición, como obesidad y sobrepeso, en niños y adultos.
En esta investigación proponemos un modelo de ecuaciones estructurales (MES) para la seguridad alimentaria en México de los últimos 20 años, a través de las dimensiones de disponibilidad, accesibilidad, utilización y estabilidad. Esto representa un esfuerzo por presentar de manera cuantitativa los conductores de la seguridad alimentaria respondiendo a dos preguntas, ¿Qué variables asociadas con las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria contribuyen de manera más significativa a la seguridad alimentaria en México? Y ¿Cómo estas relaciones entre dimensiones afectan a la seguridad alimentaria en contextos urbanos, rurales y de interfaz entre ambos?
Metodología
Nuestra aproximación a la seguridad alimentaria estuvo conducida a escala nacional y municipal. Para capturar la diversidad de retos que las personas enfrentan para alimentarse se clasificaron todos los municipios en tres categorías: urbanos, rurales, y en transición a la urbanidad. Todas las variables utilizadas para construtir el MES fueron retomados de bases de datos públicas del DENUE, INEGI, SIAP, Meteorológico nacional, y del Instituto de Mexicano del transporte.
La mayoría de los datos son series de tiempo, por lo que fue necesario hacer un tratamiento de diferenciación para poder compararlos. Los MES se construyeron con un análisis de factor de confirmación para el nivel nacional, y tres para cada nivel muncipal. Todos se realizaron con el paquete Lavaan del paquete estadístico R. En el análisis se incluyeron todas las unidades espaciales con una población mayor a cero. Los coeficientes estandarizados y no estandarizados se calcularon usando el estimador maximum likelihood. Finalmente el modelo conceptual se evaluó a través del ajuste de los datos al MES. El ajuste se realizó con la raíz del error cuadrático medio (RECM), y el índice de ajuste comparativo (IAC).
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Resultados
Todas las variables presentaron un buen ajuste del MES con valores del IAC por encima de 0.9, y RECM ≤ 0.05. Con excepción de las zonas urbanas que tuvieron un valor de RECM de 0.5 y podría deberse al número de obervaciones que es menor al resto.
A nivel nacional, todos los volumenes de producción de pollo, carne de res, cerdo, huevos, leche, trigo, arroz, frijoles, maíz blanco, frutas y vegetales contribuyen de manera positiva y significativa a la seguridad alimentaria. El maíz amarillo fue el único volumen de producción que no aportó a la seguridad alimentaria a nivel nacional. Esto se debe a que la producción de maíz amarillo solo cubre el 20% de la demanda nacional y se utiliza principalmente para alimentar ganado, y la fabricación de edulcorantes.
En los contextos nacional, urbano, rural e interfaz, el maíz blanco, la leche, cerdo y huevos contribuyen de manera posiitva y significativa a la seguridad alimentaria de las personas. A diferencia de la carne de res que aporta a la seguridad alimentaria solo a nivel nacional y en los contextos urbanos, dejando fuera un aporte significativo a los contextos rurales o de interfaz.
En el contexto rural, el tiempo de raslado, y el acceso a transporte público o privado son dos variables que afectan de manera negativa y significativa el acceso de las personas a sitios de suministro de alimento.En el contexto rural, menor tiempo de traslado a las tiendas DICONSA apoyan a la seguridad alimentaria porque determinan el acceso económico y físico a un suministro de alimentos más diversificado.
Los resultados muestran que mayores tiempos de traslado a los restaurantes de comida ultraprocesada favorecen a la seguridad alimentaria a nivel nacional. Estos lugares ofrecen alimentos ricos en sal, azucares, grasas saturadas y contribuyen a la mala nutrición. Por lo tanto, facilitar el acceso a estos sitios significa deteriorar la salud de las personas.
La proximidad a restaurantes de comida rápida mexicana (antojitos), donde predominan alimentos preparados con maíz y acompañados por algún tipo de proteína y vegetales tiene un aporte significativo y positivo a la seguridad alimentaria a nivel nacional, urbano y rural.
Menor tiempo de traslado a fondas tienen un efecto significativo y positivo a la seguridad alimentaria a nivel nacional, urbano, rural e interfaz. Los beneficios de comer en estos espacios es que los alimentos son más diversos y están acompañados por vegetales, frutas, granos enteros, aceites vegetales y proteína.
Consideramos que la estabilidad del alimento incluye una perspectiva social y ambiental, y en este sentido el MES mostró que un aumento en la precipitación media anual favorece al maíz blanco, frutas, y producción de carne; pero afecta a los vegetales a escala nacional, urbana, rural e interfaz.