Proyecto posdoctoral: Propuesta de tipologías de entornos alimentarios rurales a partir de la dinámica de la estructura agrícola y el gasto alimentario en México.
Dr. Aldo Daniel Jiménez Ortega, Dr. José Mauricio Galeana Pizaña
La forma en cómo se producen y consumen los alimentos está cambiando en todo el mundo. Por un lado, la producción de alimentos ha transitado a sistemas comerciales intensivos y de alto rendimiento que requieren mayores insumos y generan impactos ambientales. Por otro lado, se ha observado un cambio en la alimentación hacia dietas ricas en calorías y baja en densidad de micronutrientes. Esto se ha observado en varios países, en donde ha disminuido el consumo de frutas, verduras, legumbres y semillas, mientras que ha aumentado el de alimentos procesados con azúcares añadidos, raíces y tubérculos. Estos cambios han aumentado los problemas de salud asociados a la mala nutrición, con alta prevalencia en los países en desarrollo. Las cifras mundiales muestran que 2.200 millones de adultos tienen sobrepeso o son obesos, 570,8 millones de niños padecen anemia, 538,7 millones tienen diabetes y 1.200 millones tienen presión arterial alta.
En años recientes, se ha mostrado evidencia de transiciones en las formas en que se producen y consumen alimentos en el medio rural. En términos de producción, estas transiciones están asociadas con la reconversión de la producción de autoconsumo a cultivos comerciales, el cambio de tamaño del suelo, la intensificación productiva, entre otros procesos. En cuanto a consumo, los principales efectos se asocian a una mayor asequibilidad y acceso a diferentes grupos de alimentos, así como cambios a dietas de alta densidad energética y mínimo valor nutricional. Estos cambios son relevantes porque la transición nutricional de dietas tradicionales a dietas de mayor consumo de alimentos ultra procesados está ligada a una creciente prevalencia de estas enfermedades no transmisibles.
Entre los principales impulsores de la transición nutricional y los cambios en la producción de alimentos destacan la urbanización y los cambios en los entornos alimentarios. La urbanización es un fenómeno complejo y multidimensional que involucra el crecimiento de la población, la expansión de los entornos construidos y cambios en las formas y hábitos de vida, entre otros factores. Este proceso genera cambios en el sistema alimentario a través de la demanda de alimentos, cambios en el uso de la tierra, estructuras productivas, preferencias de consumo y condiciones de desarrollo rural relacionadas con la seguridad alimentaria, la pobreza y la salud. Por otro lado, los entornos alimentarios se definen como los espacios físicos, económicos y socioculturales donde los individuos acceden, compran y consumen alimentos. El concepto de entornos alimentarios ha sido utilizado en la literatura para abordar los factores que inciden en los patrones de consumo alimentario de las poblaciones. En ese sentido, los entornos alimentarios se refieren a los contextos físicos, económicos, políticos y socio-culturales en los que los consumidores interactúan con los sistemas alimentarios para adquirir, preparar y consumir alimentos. El estudio de los entornos alimentarios permite generar conocimiento en la interfase sistema agroalimentario – salud, de tal forma que contribuya al diseño de políticas y programas que promuevan dietas saludables y sostenibles, en particular en zonas rurales y de bajos ingresos.